lunes, 19 de marzo de 2007

Bastaron un año y 7 meses de prisión para demostrar que es inocente de un homicidio

*.- Sigue vendiendo fruta fresca
*.- La mujer sigue ofertando su amor
OSCAR TREVIÑO JR.
Macario sigue vendiendo fruta fresca y la mujer continúa vendiendo su otoñal amor.
Después de un año y siete meses de estar en prisión, pudo demostrar que no participó en el crimen de un obrero, en una riña registrada en la cantina "Los Indios" al pelear por una mujer que ni caso les hacía.
Recibió una sentencia absolutoria José Macario Aldino Merina, de 36 años, originario de Chilpancingo, Guerrero, que residía en Guerrero No.143 entre 12 y 13.
El 13 de enero de de 1999 fue victimado de una cuchillada en el abdomen el obrero Abel Galindo Rangel, de 44 años, originario de Río Bravo, que residía en calle 9 entre Herrera e Iturbide No.82.
En este expediente fue sentenciado a 18 años de prisión por homicidio calificado con el agravante de ventaja, así como al pago de 32 mil 265 pesos como indemnización
Adolfo Pérez García, de 33 años, alias "El Pariente", originario de Tanquian de Escobedo, San Luis Potosí, que vivía en Guerrero No.1205 entre 12 y 13.
El cantinero de "Los Indios", Vicente Capuchino Guzmán, de 45 años, originario de Tampico, residente en 13 e Hidalgo No.83, fue sentenciado a un año de prisión y multa de 10 días de salario mínimo por encubrimiento -goza de libertad-.
EL CASO
El mayo pasado "El Pariente" fue sentenciado por homicidio calificado a 18 años y sigue en prisión, por el Juez Primero Penal, Manuel Ceballos Jiménez -ahora Juez de lo Civil-.
José Macario había interpuesto varias diligencias con el propósito de defenderse, en virtud de que se le estaba acusado de coparticipe de homicidio.
Se sentenció al cantinero por encubrimiento y el veredicto final a Macario se acaba de dar con la sentencia absolutoria en su favor.

VENDIAN AGUAS FRESCAS

De las declaraciones vertidas en la averiguación previa penal que integró el entonces fiscal primero Melchor Calderón Castillo se expone:
Adolfo "El Pariente", una vez que terminó de vender su fruta fresca, invitó a Macario a tomar cerveza en su casa.
Posteriormente decidieron salir a pasear y llegaron a la cantina "Los Indios", ubicada en las calles 10 e Iturbide.
El cantinero Vicente Capuchino dijo que los dos amigos, los conoce porque son clientes asiduos a la cantina.
Les estuvo sirviendo varios "submarinos", es decir tomaban cerveza Carta Blanca, de media, con tequila.
Eran como a las 21:00 horas, cuando "El Pariente" sacó a bailar a "La Güera", una mujer de la vida galante que estaba sentada en la barra, pero que consigue clientes en la calle 10.
Bailaron dos o tres piezas que tocaba la "rocola", entre ellas la de "es que me sube el colesterol…" y después se fue a sentar a la mesa con Macario.
La "rocola" siguió sonando, cuando llegó Abel Galindo, a quien identifican como "Antonio" o "Toño", sentándose a un lado de "La Güera".

ELLA YA NO QUISO BAILAR

Los vendedores de fruta fresca, continuaron tomando cerveza con tequila y en eso "El Pariente" se animó a sacar a bailar a "La Güera", pero ella no quiso.
Se regresó a la mesa y le dijo a Macario que ella no quería bailar. Macario fue a tratar de convencerla, pero "Toño" le dijo algo al oído a ella y no se levantó.
Toño discutió y Macario le asestó un botellazo en la cabeza. El cantinero dice que le pidió ayuda para que los calmara.
Entonces se levantó "El Pariente" de la silla y sacó un cuchillo con el que hacía "el pico de gallo" y se lo encajó en el estómago a "Toño".
Ambos vendedores de frutas salieron corriendo, mientras que el herido le dijo al cantinero "ya me chingaron".
El cantinero le dijo al lesionado que pidiera un taxi para que fuera a la Cruz Roja y lo atendieran.
El cantinero cerró el negocio y se fue a su casa sin avisar a la policía, hasta el día siguiente que le avisaron que se cometió un crimen.
Fue detenido cuando pretendía reabrir la cantina.
Los vendedores de fruta fueron detenidos por la policía en su casa. El cuchillo que utilizó el probable homicida lo tiró en la escuela "Tipo Federal".
"La Güera" dijo el cantinero, normalmente acude a "Los Indios", pero ella trabaja en la calle 10. Es "dama de la vida galante", que sigue en la acera de la Herrera.
La dama ahora tiene muy pocos clientes, su edad ya no le da para gustar. Solo ficha en las cantinas, gana 5 -menos de medio dólar- pesos cada cerveza que le invita un cliente.

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