lunes, 19 de marzo de 2007

"La talacha" tiene un precio de mínimo dos mil dólares en el CERESO II

*.- Con o sin recomendaciones de Derechos Humanos se
paga porque se paga, quin no lo haga puede ser suicidado



Oscar Treviño Jr.
En todos las prisiones de Tamaulipas se hace “la talacha” y quien no lo haga deberá pagar mínimo dos mil dólares a pesar de una recomendación de Derechos Humanos en el sentido de que cesen esas prácticas.
Finalmente dicen que la recomendación fue hecha para quienes ya no están al frente del CERESO II, olvidándose que es para la investidura.
El CERESO II o el penal de Santa Adelaida es una subciudad dentro de la ciudad: Allí impera la ley del más fuerte, asi sea el año 1990 hastala actualidad.
Porque "la talacha" genera corrupción en el CERESO II donde hay trato diferente y privilegiado a quienes pagan por ella, se ordena al director Inocencio Almazán Monroy que termine con esa práctica que ofende el principio fundamental de la readaptación social como es la dignidad humana.
Rafael Torres Hinojosa, entonces presidente de la Comisión de Derechos Humanos en Tamaulipas, hizo una recomendación al Director de Prevención y Auxilio, Medidas Tutelares y Readaptación Social en el Estado.
En su resolución expone que instruyera al director del CERESO II, Inocencio Almazán Monroy para que se cancelara "la talacha" a que son obligados los internos.
Esta recomendación es una de más de 10 quejas e investigaciones que tiene en su contra el director del CERESO II –renuncio y no tuvo ningún lío con la justicia-.

EL SUBMUNDO

El interno Juan Rodríguez Hernández se quejó en la IV Visitaduría de la Comisión de Derechos Humanos en Tamaulipas, el 23 de octubre del 2001 –ha cumplido su condena-.
Se quejó contra el custodio Antonio Trujillo Martínez en el sentido de que lo excarceló de su celda R-15 y lo llevó a golpes en la parte posterior del área femenil.
"Me puso a hacer ejercicios extenuantes y luego me dijo que trabajara, pero yo le respondí que al ingresar al CERESO II tuve que pagar dos mil dólares por no hacer "la talacha", -se refiere a trabajar, aseando los wc, pisos y demás menesteres yfaenas-.
"Me respondió que le valía y como me seguía golpeando corrí a la dirección y le dije al coordinador lo que pasaba, pero no me hizo caso", dice
"Le ordenó al custodio Antonio Trujillo que me llevara y si me volvía a quejar me iban a trasladar del penal".
"Pido que se investigue porque ese Antonio Trujillo tiene varias quejas", explicó el ofendido.

CONFESION CALIFICADA

Antonio Trujillo al declarar en la IV Visitaduría de la Comisión de Derechos Humanos en Tamaulipas dijo:
"Si lo traje de su celda al preso, pero no le pegue y tampoco entró al área de segregación pero debía trabajar durante ocho días".
"El interno hizo un convenio con el director del reclusorio, además que cuando me dijo que había dado dos mil dólares por no hacer "la talacha" le pregunte que si a mí me los había dado".
"Respondió que no, que se los había entregado al encargado del módulo `Mundo Nuevo' y que a mi me daría 600 pesos".
"Yo no quise los 600 pesos y le dije que trabajara porque eso era lo legal y además yo hice un informe entregándoselo a la licenciada Olga Saucedo".

LA RESOLUCION

Después de una serie de informes emitidos y recavados por la IV Visitaduría se envió el expediente en donde Rafael Torres Hinojosa, presidente de la Comisión de Derechos Humanos en Tamaulipas, hizo la recomendación.
El licenciado Rafael Torres expone en su resolución que se tienen los indicios suficientes para señalar que los internos del CERESO II hacen "la talacha" a fuerza.
"El mismo custodio Antonio Trujillo dice que el interno debía trabajar ocho días lo que alcanza el carácter de confesión calificada".
"Niega los golpes pero demuestra lo irregular con que se condujo el servidor público penitenciario".
"Se ubicó en circunstancia de modo y lugar de los hechos sin que sea obstáculo la negativa que hace de los golpes pero no prueba la violación de los derechos humanos del detenido".
"El custodio no respeto el principio fundamental de la readaptación social como es la dignidad del ser humano evidenciando falta de proceder".

LA DISCIPLINA

En la resolución emitida también indica que la disciplina es necesaria para la seguridad de los internos pero sin represión.
Para no ingresar al área de castigo o segregados o "almoloyando" -como dicen ahora- se le obligó al interno a "la talacha".
"Estas obligaciones sin fundamento genera abuso del poder y por consiguiente `la talacha' será interminable".

LOS INTERNOS

Rafael Torres Hinojosa, presidente de la Comisión de Derechos Humanos en Tamaulipas, señala que en las obligaciones de los internos no hay "talacha".
"Los internos están obligados a tener aseo personal, a hacer limpieza en todos los utensilios que ocupan".
"Es decir tener aseado el lugar al término de la visita conyugal, familia, lavar el retrete si lo utilzó, los lavabos, pero jamás lavar pisos".
"Con `la talacha' se advierte que el personal del CERESO II no tienen el propósito de procurar íntegramente la readaptación social de los internos al hacer inexacto la aplicación de los obligaciones de los internos".
"Las labores de limpieza de pisos por medio de la fuerza, paredes y demás menesteres contravienen el ordenamiento penitenciario y a los internos no les compete dichas acciones.
"No deben tomarse medidas inadecuadas, deben abstenerse, sobre todo en casos donde el interno no haya usado lugares o accesorios que deban asearse".
"La talacha genera corrupción en el CERESO II donde el trato es diferente y privilegiado a quienes pagan por ella.

LA RECOMENDACION

La recomendación es dirigida al Director de Prevención y Auxilio, Medidas Tutelares y Readaptación Social en el Estado.
"Debe instruir al director del CERESO II, Inocencio Almazán Monroy para que cancele "la talacha" a que son obligados los internos".
"También debe tomar medidas disciplinarias contra el custodio Antonio Trujillo Martínez".
"Se tienen diez días hábiles si se acepta o no la recomendación y 15 para que ofrezca pruebas relativas al cumplimiento".

LA PRÁCTICA

En el reclusorio o Penal de Santa Adelaida o CERESO II, “la talacha” se sigue haciendo porque finalmente es un submundo de nuestro mundo.
La defensa es que la recomendación fue hecha para autoridades que ya no están al frente de los reclusorios en Tamaulipas y menos en el de Matamoros.Así que quienes entren a prisión deberán seguir pagando ahora entre 4 y 5 mil dólares o de lo contrario tendrán que hacer “la talacha”.

En el CERESO II no hay Derechos Humanos

*.- Una recomendación de la CNDH del 2002 ni siquiera
es tomada en cuenta en el Penal de Santa Adelaida

Oscar Treviño Jr.
El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos -CNDH-, hizo una recomendación al Secretario de Seguridad Pública, Gobernadores de territorio nacional y jefes del Gobierno del Distrito Federal, derivadas de las prácticas de revisión indignas a las personas que visitan los centros de reclusión estatales y federales.
El licenciado José Luis Soberanes Fernández, hizo la recomendación en virtud de una serie de quejas de las personas que acuden a los centros penitenciarios.
Norma Nelly Aguilar Hernández, -entonces-, IV Visitadora de la Comisión de Derechos Humanos en Tamaulipas mostró una copia de la recomendación que en este caso recae contra el Gobierno del Estado.
En su análisis el licenciado Soberanes Fernández dijo que se hizo una investigación sobre revisiones indignas que se hacen en los centros de reclusión y con resultado de las vistas de supervisión violan los derechos humanos de los reclusos y visitantes.
"A las personas se les obliga a despojarse de sus ropas, hacen ‘sentadillas’ y se colocan en posiciones denigrantes e incluso se someten a exploraciones en sus cavidades corporales".
"Esas personas niegan quejas por temor a represalias al igual que los internos, pero además los custodios solicitan dádivas para exentar revisiones inapropiadas a quienes tienen posibilidades económicas".
"Los agraviados ni siquiera saben que les están violando sus derechos fundamentales. Algunas personas prefieren sufrir actos indignos antes que su familia".
"Se someten a vejaciones, a actos degradantes que sin embargo los custodios les hacen creer que es un requisito legal para poder visitar en prisión a su familiar o amigo o a su esposo".
LA NEGACION DE LA AUTORIDAD
En el escrito José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dijo que son muy pocas las quejas en relación a las personas que acuden a visitar a sus familiares en los reclusorios.
"Sin embargo las autoridades carcelarias niegan que los visitantes sean sometidos a humillaciones, aunque un custodio de Matamoros, Tamaulipas si lo reconoció:
Dijo que se hacían revisiones en las cavidades corporales, muchos casos íntimos independientemente que el personal carece de capacidad adecuada.
"No hay manuales de procedimiento que señalen este proceder de los servidores públicos, explica en la resolución el licenciado Sobornes y sigue clarificando:
LA REVISION
"Si bien es cierto que las revisiones son para evitar la introducción de objetos o sustancias que pongan en riesgo la seguridad y la salud de los internos, la revisión debe ser con absoluto respeto a la dignidad de las personas y sus pertenencias".
"La seguridad es incuestionable pero que no sea incompatible con las obligaciones de resguardar los centros de reclusión".
"La revisión debe ser efectuada mediante instrumentos detectores de metales y sustancias".
"Toda revisión será respetuosa y con dignidad mediante equipos y tecnología disponible".
"Los actos de revisión deben ser sin causar el mínimo de molestias a las personas, sin dañar los objetos de revisión, pues no servirá de pretexto para abusos y atropellos".
"Debe evitarse la prepotencia y excesos con que las autoridades lo hacen al revisar a los visitantes".
EL AUTOGOBIERNO
"Se debe combatir las adicciones y el tráfico de drogas en el centro penitenciario sin embargo por más estricta que sea una revisión el flujo de sustancias prohibidas no se detendría si hay grupos de poder (autogobierno), concesiones a internos y, en general, si el desorden y la inseguridad es una constante, de allí que debe intensificarse una visita carcelaria".
LAS PROPUESTAS
La Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene información de que quienes introducen droga a los reclusorios son el personal de vigilancia y custodios de los detenidos, factores importantes de prevención de conductas.

"Se deben instrumentar programas para erradicar el tráfico, tratamiento de adictos, separarlos por grupos, por sistema de clasificación para adictos en espacios controlados".
"Para alejar a los internos de las drogas es necesario que se ocupen en actividades recreativas y educativas".
"Deben mejorar al recluso con sus relaciones familiares porque eso garantiza su vinculación social".
"Las revisiones que se imponen a los visitantes, no tienen fundamento jurídico, causa molestias innecesarias que únicamente ocasiona que dejen de visitar a los internos, afectando el vínculo fundamental para su reincorporación a la sociedad".

EL RESPETO AL DERECHO

"Los funcionarios de todos los reclusorios respetarán y protegerán la dignidad humana, como lo indica el artículo dos del Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, que fue adoptado por la ONU.

RECOMENDACION

El Secretario de Seguridad Pública, los gobernadores de territorio nacional y el jefe del Gobierno del Distrito Federal, deben instruir a los titulares de las dependencias encargadas de la prevención y readaptación social.
"Esto con la finalidad de eliminar la práctica de exploraciones en cavidades corporales a visitantes de centros de reclusión y se garantice el respeto absoluto a la dignidad personal, evitado cualquier acto de molestia que vulnere sus derechos".
"Giren las instrucciones correspondientes y coloquen un anuncio visible que contenga los derechos y obligaciones que contraen los asistentes a los CERESO con su visita, así como un buzón de quejas para el Director de algún reclusorio".
"Deben adquirir equipo y tecnología disponibles en el mercado para detección de objetos y sustancias prohibidas y a todos los dotes".
"Los custodios deben recibir capacitación para que sean aptos de tratar a las personas que visitan a los internos y expedir los respectivos manuales".
En Matamoros, las revisiones continúan siendo humillantes, por esa razón entre otras, una gran parte de las familias de los internos no son visitados.

Bastaron un año y 7 meses de prisión para demostrar que es inocente de un homicidio

*.- Sigue vendiendo fruta fresca
*.- La mujer sigue ofertando su amor
OSCAR TREVIÑO JR.
Macario sigue vendiendo fruta fresca y la mujer continúa vendiendo su otoñal amor.
Después de un año y siete meses de estar en prisión, pudo demostrar que no participó en el crimen de un obrero, en una riña registrada en la cantina "Los Indios" al pelear por una mujer que ni caso les hacía.
Recibió una sentencia absolutoria José Macario Aldino Merina, de 36 años, originario de Chilpancingo, Guerrero, que residía en Guerrero No.143 entre 12 y 13.
El 13 de enero de de 1999 fue victimado de una cuchillada en el abdomen el obrero Abel Galindo Rangel, de 44 años, originario de Río Bravo, que residía en calle 9 entre Herrera e Iturbide No.82.
En este expediente fue sentenciado a 18 años de prisión por homicidio calificado con el agravante de ventaja, así como al pago de 32 mil 265 pesos como indemnización
Adolfo Pérez García, de 33 años, alias "El Pariente", originario de Tanquian de Escobedo, San Luis Potosí, que vivía en Guerrero No.1205 entre 12 y 13.
El cantinero de "Los Indios", Vicente Capuchino Guzmán, de 45 años, originario de Tampico, residente en 13 e Hidalgo No.83, fue sentenciado a un año de prisión y multa de 10 días de salario mínimo por encubrimiento -goza de libertad-.
EL CASO
El mayo pasado "El Pariente" fue sentenciado por homicidio calificado a 18 años y sigue en prisión, por el Juez Primero Penal, Manuel Ceballos Jiménez -ahora Juez de lo Civil-.
José Macario había interpuesto varias diligencias con el propósito de defenderse, en virtud de que se le estaba acusado de coparticipe de homicidio.
Se sentenció al cantinero por encubrimiento y el veredicto final a Macario se acaba de dar con la sentencia absolutoria en su favor.

VENDIAN AGUAS FRESCAS

De las declaraciones vertidas en la averiguación previa penal que integró el entonces fiscal primero Melchor Calderón Castillo se expone:
Adolfo "El Pariente", una vez que terminó de vender su fruta fresca, invitó a Macario a tomar cerveza en su casa.
Posteriormente decidieron salir a pasear y llegaron a la cantina "Los Indios", ubicada en las calles 10 e Iturbide.
El cantinero Vicente Capuchino dijo que los dos amigos, los conoce porque son clientes asiduos a la cantina.
Les estuvo sirviendo varios "submarinos", es decir tomaban cerveza Carta Blanca, de media, con tequila.
Eran como a las 21:00 horas, cuando "El Pariente" sacó a bailar a "La Güera", una mujer de la vida galante que estaba sentada en la barra, pero que consigue clientes en la calle 10.
Bailaron dos o tres piezas que tocaba la "rocola", entre ellas la de "es que me sube el colesterol…" y después se fue a sentar a la mesa con Macario.
La "rocola" siguió sonando, cuando llegó Abel Galindo, a quien identifican como "Antonio" o "Toño", sentándose a un lado de "La Güera".

ELLA YA NO QUISO BAILAR

Los vendedores de fruta fresca, continuaron tomando cerveza con tequila y en eso "El Pariente" se animó a sacar a bailar a "La Güera", pero ella no quiso.
Se regresó a la mesa y le dijo a Macario que ella no quería bailar. Macario fue a tratar de convencerla, pero "Toño" le dijo algo al oído a ella y no se levantó.
Toño discutió y Macario le asestó un botellazo en la cabeza. El cantinero dice que le pidió ayuda para que los calmara.
Entonces se levantó "El Pariente" de la silla y sacó un cuchillo con el que hacía "el pico de gallo" y se lo encajó en el estómago a "Toño".
Ambos vendedores de frutas salieron corriendo, mientras que el herido le dijo al cantinero "ya me chingaron".
El cantinero le dijo al lesionado que pidiera un taxi para que fuera a la Cruz Roja y lo atendieran.
El cantinero cerró el negocio y se fue a su casa sin avisar a la policía, hasta el día siguiente que le avisaron que se cometió un crimen.
Fue detenido cuando pretendía reabrir la cantina.
Los vendedores de fruta fueron detenidos por la policía en su casa. El cuchillo que utilizó el probable homicida lo tiró en la escuela "Tipo Federal".
"La Güera" dijo el cantinero, normalmente acude a "Los Indios", pero ella trabaja en la calle 10. Es "dama de la vida galante", que sigue en la acera de la Herrera.
La dama ahora tiene muy pocos clientes, su edad ya no le da para gustar. Solo ficha en las cantinas, gana 5 -menos de medio dólar- pesos cada cerveza que le invita un cliente.

Mató a su esposo pra salir del Infierno pero no lo ha logrado

*.- A diario sufría vejaciones
*.- Cumple la condena en prisión
*.- Viaja a su ciudad para olvidar

Oscar Treviño Jr.
Cuando el tres de marzo de 1999 le notificaron que estaba sentenciada a ocho años de prisión no pudo evitar sus lágrimas. Durante 20 años estuvo atrapada en un infierno con su esposo, hasta que ya no lo soportó y lo estranguló.
Enedina Quintana Mendoza, de 38 años, originaria de Guanajuato, mató a su esposo dentro de su camioneta Van, frente a su casa ubicada en División del Norte e Insurgentes de la colonia Santa Cecilia.
El exmilitar Rómulo Cabrera González, de 40 años, falleció de asfixia por sofocación, el 13 de agosto de 1997, dictaminó el médico legista.
El Juez Tercero Penal, Rogelio Arizpe Rojas, dictó su veredicto de ocho años de prisión por el delito de homicidio simple intencional.
También fue condenada al pago de 32 mil 805 pesos, por concepto de reparación moral, indemnización y gastos funerales.

EL INFIERNO

Del expediente 234/97, se desprende que Enedina Quintana, ya no pudo soportar las humillaciones, vejaciones, el temor de ver a su hija ultrajada.
Observar que su marido se drogaba, obligada a sostener relaciones ante la mirada de sus hijos.
Todo esto fue motivo suficiente para que la dama se armara de valor y decidiera de una vez por todas acabar con su infierno.

LA CARCEL

Enedina es muy tranquila, casi nadie la visita en el CERESO II, solamente lo hace el defensor de oficio Javier Gómez González.
Ella dejó a tres hijos en la orfandad. Actualmente están viviendo en el estado de Guanajuato con la familia de Enedina.
Precisamente Enedina trabaja en el mismo CERESO II, lavando la ropa de los reos y sus compañeras.
El dinero que obtiene le sirve para alimentarse y también para enviar a la familia que cuida a sus pequeños hijos.
Sus ojos enrojecieron al escuchar el veredicto y luego se echó a llorar. ¡El infierno continúa!

EL HOMICIDIO

Fue precisamente el 13 de agosto de 1997, cuando se recibió un llamado en la entonces Delegación de Seguridad de Pública.
Se descubrió un cadáver en el interior de una camioneta Van estacionada por las calles Insurgentes y Sección 49 No.40.
A bordo de la camioneta marca Ford, modelo 1979, color café, placas de Tennesse y en la parte posterior, estaba el cuerpo amoratado de Rómulo Cabrera González. En el cuello tenía un trapo de color blanco.
José Rómulo Cabrera Quintana, de 17 años, dijo a los policías que su mamá era responsable del homicidio.
"Mamá me pidió que llevara la camioneta lejos de la casa, pero yo me negué y le dije que se había metido en un problema muy grande".
Enedina llegaba con sus hijas de la Iglesia pues se levantó temprano y fue a rezar, cuando fue vista por su hijo la señaló a la policía preventiva.
Ella confesó que espero a que su esposo ebrio se durmiera, le colocó un trapo en el cuello y apretó con todas las fuerzas de su vida, luego colocó sus manos y siguió apretando su cuello.

EL RESPETO DE TODOS

Desde que Enedina comenzó a relatar las atrocidades sexuales que sufría, los elementos de la Policía Ministerial del Estado comenzaron a condolerse.
En algunos investigadores causó lástima cuando relataba lo que le ocurría al lado de su esposo, que su ferocidad, son indefinibles.
Se ganó la atención, de fiscales, investigadores, aún de la misma Juez que primeramente llevó las diligencias.

DESHECHADO EL ASESINATO

Mediante las pruebas aportadas por la fiscalía se desestimó lo que pudiera considerarse como homicidio calificado.
Es decir el homicidio calificado no se encuadró en virtud de que no había ventaja. La corpulencia y destreza física de la mujer contrastaba con la de su esposo.
Tampoco existía alevosía debido a que la mujer uso sus manos y un trapo para cometer el delito.
La premeditación no se estableció porque la mujer no reflexionó al momento de cometer el delito, fue un acto instantáneo.
De tal manera que el fiscal adscrito al Juzgado Tercero Penal, José Jorge Ceniceros Banda en su pliego acusatorio, pidió que a la detenida se le aplicara la sanción del homicidio simple intencional.
El Juez Tercero Penal, Rogelio Arizpe Rojas, dictó la sentencia condenatoria y cuando se la notificaron a Enedina no tuvo a nadie que la consolara, sólo su defensor de oficio.

LIBRE POR FIN

Enedina cumplió su condena, logró reunir para su pasaje y se fue a Guanajuato que nunca debió abandonar, pero se enamoró de alguien que le abrió las puertas del infierno. Ahora vive en su ciudad al lado de su familia.
Obtuvo su libertad el tres de este mes.